María, nombre tan sencillo y a la vez tan lleno de significado. Evoca a la madre de Jesús, pero también a todas las mujeres que llevan ese nombre y que con su presencia iluminan nuestras vidas. En el mundo de la poesía, María ha sido una musa recurrente, inspirando a poetas de todas las épocas a crear versos llenos de amor, devoción y admiración. En este artículo, nos enfocaremos en poemas a María cortos, aquellos que en pocas palabras logran transmitir toda la belleza y elegancia de este nombre tan especial.
1. «María»
En tu nombre llevo la luz del alba,
en tus ojos el reflejo del cielo.
María, dulce María,
tu belleza llena mi ser de anhelo.
2. «A María»
En cada rosa veo tu rostro,
en cada estrella tu mirada.
María, eterna y radiante,
en mi corazón siempre serás amada.
3. «María, Flor Divina»
En el jardín de tu alma
florecen lirios y azucenas.
María, flor divina,
en tus brazos encuentro serenas.
4. «María de la Aurora»
Entre luces y sombras caminas,
como el sol en el amanecer.
María, luz del día,
en tu presencia no puedo temer.
5. «Canto a María»
En tus manos encuentro paz,
en tu voz la melodía del cielo.
María, canto de amor,
en tus brazos encuentro consuelo.
La Eterna Inspiración de María
A lo largo de los siglos, el nombre de María ha sido sinónimo de amor, pureza y belleza. Es por ello que los poetas han encontrado en este nombre una fuente inagotable de inspiración, creando poemas a María cortos que transmiten todo el encanto y la magia que este nombre encierra. A través de versos sencillos pero profundos, estos poemas nos invitan a contemplar la belleza y la elegancia de María, recordándonos la importancia de valorar a las mujeres que nos rodean y que con su presencia iluminan nuestras vidas.
En definitiva, los poemas a María cortos son una oda a la feminidad, a la delicadeza y al amor incondicional. En cada verso, en cada estrofa, encontramos la huella indeleble de una musa eterna, que seguirá inspirando a poetas y enamorados por generaciones venideras.