La literatura de terror siempre ha tenido un lugar especial en el corazón de los amantes de lo macabro y lo siniestro. Los poemas de terror cortos son una forma de arte que nos permite explorar nuestros miedos más profundos en solo unas cuantas líneas, donde la brevedad se convierte en la clave para transmitir una sensación de inquietud y escalofrío. En este artículo, te presentaremos cinco ejemplos de poemas de terror cortos que te harán estremecer.
El susurro en la oscuridad
En la noche oscura,
se esconde un susurro
que hiela la sangre
y hiere el alma.
La sombra acecha,
la muerte ronda,
y en la penumbra
la cordura se pierde.
La casa abandonada
En lo profundo de la noche,
una casa abandonada
llama a los valientes
y devora a los débiles.
Las paredes crujen,
los susurros se multiplican,
y en la oscuridad
los secretos se revelan.
La sombra en el espejo
En el espejo,
una sombra acecha
y refleja nuestros miedos
con ojos vacíos.
¿Es real o es solo un sueño?
La línea entre la vida y la muerte
se desvanece,
y la sombra nos reclama.
El eco de los gritos
En la vieja mansión,
el eco de los gritos
resuena en las paredes
como un recordatorio de los horrores pasados.
Las sombras se retuercen,
las cadenas tintinean,
y los fantasmas susurran
sus historias de sufrimiento.
El rincón oscuro
En el rincón oscuro,
la oscuridad aguarda
a aquellos que se atreven
a adentrarse en lo desconocido.
Los ojos brillan en la sombra,
los susurros susurran,
y en la penumbra
la locura acecha.
Los poemas de terror cortos nos invitan a explorar nuestros miedos más profundos en solo unas pocas líneas, donde la sugestión y la inquietud son las protagonistas. A través de la brevedad y la concisión, estos poemas logran transmitir una sensación de horror y escalofrío que perdura mucho después de haberlos leído. ¿Te atreves a adentrarte en este oscuro y tenebroso mundo de la poesía de terror?