Los poemas muiscas son una joya literaria que nos transporta al mundo místico de los antiguos indígenas que habitaron la región de la actual Colombia. Estos poemas reflejan la profunda conexión que los muiscas tenían con la naturaleza, los dioses y el universo, así como su rica tradición oral y su profundo conocimiento de la cosmología. En este artículo, exploraremos algunos ejemplos de poemas muiscas que nos permitirán adentrarnos en la poesía de estas antiguas civilizaciones.
El canto a la luna
Uno de los temas recurrentes en los poemas muiscas es la adoración a la luna, considerada una deidad importante para esta cultura. Un ejemplo de esto es el siguiente fragmento de un poema muisca:
«La luna brilla en el cielo, iluminando nuestros sueños, con su luz plateada nos guía, por los caminos de la noche.»
En este poema, la luna es personificada como una guía espiritual que acompaña a los muiscas en su travesía nocturna, iluminando su camino y protegiéndolos de los peligros de la oscuridad.
La danza de los dioses
Los muiscas creían en la existencia de dioses y espíritus que habitaban el mundo natural, y en muchos de sus poemas se hace referencia a ellos. Un ejemplo de esto es el siguiente poema muisca:
«Bailan los dioses en el viento, se mueven al ritmo de la naturaleza, sus pasos inmortales nos inspiran, a conectarnos con lo divino.»
En este poema, se representa la danza sagrada de los dioses como un acto de comunión con la naturaleza y con lo trascendental, invitando a los muiscas a buscar la conexión espiritual a través del movimiento y la armonía con el cosmos.
El canto de la tierra
La tierra era reverenciada por los muiscas como la madre que nutre y sustenta la vida, y muchos de sus poemas expresan este profundo respeto por la naturaleza. Un poema muisca que ejemplifica esto es el siguiente:
«La tierra nos habla en sus susurros, nos enseña la sabiduría ancestral, sus raíces nos conectan con el pasado, y sus frutos nos alimentan el alma.»
En este poema, se resalta la importancia de escuchar y aprender de la tierra, de honrar sus enseñanzas y de reconocer la interdependencia entre los seres humanos y la naturaleza.
El misterio del cielo
La cosmología era un tema central en la cultura muisca, y muchos de sus poemas exploraban el misterio del universo y de las estrellas. Un poema muisca que ilustra esta fascinación por el cielo es el siguiente:
«Las estrellas brillan en la noche, como luces divinas que nos observan, en su danza cósmica nos maravillan, y en su silencio nos susurran secretos.»
En este poema, se hace alusión a la belleza y la misteriosa presencia de las estrellas en el firmamento, invitando a los muiscas a contemplar la inmensidad del universo y a reflexionar sobre su lugar en él.
El canto del jaguar
Los animales también tenían un lugar especial en la mitología muisca, y en muchos de sus poemas se les atribuían cualidades mágicas y simbólicas. Un poema muisca que destaca la figura del jaguar es el siguiente:
«El jaguar acecha en la selva, con sus ojos de fuego nos observa, su rugido nos estremece el alma, y su presencia nos conecta con lo salvaje.»
En este poema, el jaguar es representado como un ser poderoso y enigmático que encarna la fuerza y la ferocidad de la naturaleza, invitando a los muiscas a respetar y temer a los seres que habitan en los bosques.
Los poemas muiscas nos ofrecen una ventana única a la cosmología y la espiritualidad de una de las culturas más fascinantes de la antigua Colombia. A través de sus versos místicos y poéticos, los muiscas nos invitan a reflexionar sobre nuestra conexión con la naturaleza, los dioses y el universo, y nos inspiran a explorar la belleza y el misterio del mundo que nos rodea. Estos poemas son un tesoro literario que merece ser apreciado y preservado como parte de nuestro patrimonio cultural.